"Algo prestado" se inaugura hoy 11 de mayo a las 20.00 h. en la galería Alfredo Viñas (C/ Denis Belgrano, 19).
Por PABLO BUJALANCE - Málaga Hoy (11/05/07)
Desde que a Heráclito le dio por abrir la boca viene quedando claro que cada cual es uno y su contrario. San Pablo también contó la amargura que le invadía cuando se descubría haciendo exactamente lo que más detestaba, una idea que ha fascinado a artistas de todos los tiempos por el reto que supone: ¿cómo representar en una misma imagen la personalidad evidente, la conocida, con la que le hace la vida imposible sin salir del mismo cuerpo? La malagueña Noelia García Bandera ha abrazado esta dualidad como motivo estético para sus fotografías y así lo demuestra en la exposición Algo prestado, que se inaugura hoy en la galería Alfredo Viñas. El resultado no conoce la indiferencia.
La muestra presenta quince trabajos (en su mayoría fotografías solitarias, excepto algunas composiciones y un par de trípticos) con el motivo común del vestido de novia (con la novia dentro) ubicado en paisajes siempre desoladores aunque especialmente puros, ya sean ruinas, campos abiertos, muros blanquísimos o salones barrocos. "El vestido de novia es un fetiche y a la vez representa un límite", explica García Bandera. "Creo que toda mujer desea alguna vez vestirse de novia, aunque no quiera casarse. Ansía disfrazarse porque la sociedad impone estereotipos muy fuertes, según los cuales para alcanzar la belleza hay que vestirse de princesa. La mujer se mueve entre la aceptación de estos estereotipos y su rechazo", apunta la joven artista.
Algunas imágenes son de difícil trago: hay novias colgadas de los árboles, yacentes en camas y descampados y ahogadas en piscinas. Algunas disparan contra sí mismas y otras presentan sus ramos de flores como ofrenda en un solar repleto de basura. "Es también un ejercicio de dualidad: las fotografías muestran a la vez la belleza de las novias y la desolación de los paisajes", asegura García Bandera consciente de que esta dureza "ofrece un discurso difícil al espectador". En algunas instantáneas la novia aparece desfigurada y borrosa como un fantasma, una manera "de hacer más presente el tiempo y lo efímero". Sorpresa: en una composición realizada con polaroid (el resto son imágenes digitales sin montaje alguno), la protagonista es la propia García Bandera. Un Autorretrato sincero y arriesgado "que tuve la necesidad de hacer mientras trabajaba con las fotos. En un momento dado me sentí abocada a enfrentarme al velo como símbolo de pureza. Al fin y al cabo, yo también me casé de blanco".
Algo prestado, título que hace referencia a la popular superstición relacionada con las novias, fue presentada en la última edición de ARCO dentro de la galería Alfredo Viñas, que adquirió algunas imágenes. También la Diputación provincial de Málaga se hizo con una de las composiciones. Su singularidad estética y la abrumadora exposición de su discurso han puesto a Noelia García Bandera en boca de todo el que tiene algo que decir en el mundo del arte, pero ella no tiene prisa. "No sé qué pasará después de esta exposición. Sólo estoy segura de que me siento cómoda haciendo fotografías". La incomodidad, bendita sea, corresponde a quien se atreva a mirar. Nietzche la adoraría.
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